Había una vez una noche muy oscura. La Luna en el cielo se sentía sola porque, mirara hacia donde mirara, no encontraba ninguna estrella.
De pronto, pasó una estrella fugaz.
- ¿A dónde vas corriendo tan rapidamente? - preguntó la Luna.
- A la fiesta de las estrellas, ¿tu no vienes? - contestó la estrella fugaz.
- ¡Sí! Lo había olvidado. Espérame que voy contigo. ¡Con razón estaba tan sola!
Autora: Sofía Nicole Silva
abril 2015
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